A veces, no hay más que esperar a última hora de la tarde, cuando las sombras se alargan, para colocarnos frente al sol, y eso sí, cerrando dos diafragmas, enfocando a infinito y midiendo la luz (medición puntual a la parte más luminosa de la imagen) para obtener estos claroscuros a mitad de camino entre una fotografía de blanco y negro y otra de color, que siempre llaman la atención y nunca nos dejan indiferentes. Contraluces, sombras, siluetas, sueño, vigilia, estado hipnagógico...
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