El pasado 4 de Mayo estaba, tijeras en mano, a punto de abrir la carta que me había enviado a mí mismo treinta años atrás, cuando me paré un momento a pensar y me dije: ¿Por qué no esperas diez años más?
Total, que he guardado la carta-paquete hasta el 4 de Mayo de 2026. Espero seguir en esta dimensión para entonces.