EDUARDO BAYONA ESTRADERA

En portada, algunas de las cámaras y objetivos que empleo. Todas las fotografías, imágenes y textos publicados en este blog han sido disparadas, diseñadas y escritos por Eduardo Bayona Estradera.






domingo, 29 de diciembre de 2013

PANORAMICA DESDE CASA BAYONA

Esta bonita panorámica de Zaragoza que abarca 270º de izquierda a derecha: Paseo Cuéllar, Parque Pignatelli, Plaza de Diego Velázquez, Paseo Ruiseñores, calle Doctor Alcay y casi calle Sevilla, -la original tiene mucha más definición-, está compuesta de ocho fotografías disparadas en formato vertical, para ocupar más campo, enfoque directo a infinito, objetivo colocado en 35mm de longitud focal, aunque el ideal sería un 50mm porque no tendría tantas aberraciones en perspectiva, y se acerca más a la visión humana, ISO 80, -1 punto de compensación de exposición, con la cámara compacta Canon A2200 y arreglada con Photoshop.

jueves, 26 de diciembre de 2013

MADRE NO HAY MAS QUE UNA

 
 
Madre no hay más que una, y ésta es la mía. Se trata de un dibujo hecho a lápiz por su hermano, (mi tío Manolo) tamaño 30x40 cm, basado en la fotografía de abajo en tono sepia.

lunes, 23 de diciembre de 2013

WERLISA CLUB COLOR





Otra cámara española muy utilizada por su facilidad de uso, foco fijo, pero con tres velocidades, posibilidad de conexión de flash externo es la Werlisa. Por dentro, salvo el obturador que es central como en casi todas las compactas, no le falta de nada, es prácticamente igual que cualquier réflex. Por supuesto abajo tiene el botón liberador del carrete para rebobinado y lo mejor de todo, es que no necesita ningula pila o batería. Fabricada de 1976 a 1981 por Certex S.A. Vic (Barcelona) es una cámara versátil, sencilla y completita y en condiciones normales de luz hace unas fotografías bastante aceptables. Ahora que están de moda las cámaras "lomo", ésta puede ser una opción.
 
 

domingo, 22 de diciembre de 2013

EL RETOQUE FOTOGRAFICO

¿FOTOGRAFIA O DIBUJO?
En los años cuarenta del siglo pasado, o sea 1940 (¡Uff, qué mayores nos hacemos algunos!) a muchos fotógrafos profesionales, que eran unos pillines, les daba por retocar los negativos, que en aquellos tiempos eran bastante grandes, placas de 9x12, 13x18 o incluso mayores si trabajaban con cámaras de placas, aunque no es el caso, retocaban decía, con pinceles finísimos, o con plumillas con tinta negra diluída (lo que se hace ahora con el tampón de clonar de Photoshop) para quitar y sobre todo retocar las arruguillas de los ojos, realzar labios o incluso pintar fondos enteros de fotografías. Después hacían la correspondiente copia en papel y por arte de magia, desaparecían arrugas, sombras, imperfecciones... El problema es que, como en la imagen de arriba, a veces retocaban tanto, que la fotografía acababa por convertirse casi en un dibujo. Y el efecto era un poco extraño, sobre todo para nosotros, que ahora con lo digital estamos ya acostumbrados a una nitidez impresionante.
P.D. Para los más jovencitos comentar que antes de que existieran los negativos flexibles y en rrollables en carretes de acetato de celulosa, la emulsión fotográfica se depositaba directamente en una placa de cristal que se exponía dentro de la cámara.

jueves, 19 de diciembre de 2013

LA VIDA EN BLANCO Y NEGRO

 

 
 
 
 
A pesar de que la Naturaleza nos regala maravillosos colores brillantes y variados desde el infrarrojo al ultravioleta, todo lo que somos capaces de ver, o sea el espectro visible, a veces nos encontramos con imágenes en blanco y negro, como ésta disparada desde la ventana de mis oficinas. La primera es, efectivamente una bucólica imagen de unas palomas en la copa de un árbol, en pleno invierno. Pero veamos cómo conseguir unas abstracciones realmente explosivas, sin cambiar el encuadre,  simplemente variando dos de los tres parámetros de la fotografía: sensibilidad, velocidad de obturación, diafragma... y le añadimos otro ingrediente al cóctel: desplazamiento del anillo del zoom y por tanto variación de la longitud focal del objetivo en el momento del disparo. O sea que aprovecho que disparo con un zoom 80-200 a una velocidad tan lenta como 1/25 avo de segundo porque he cerrado el diafragma a f.32 (algunos teles tienen un diafragma así de cerrado y algunos objetivos hasta f.64 y desplazo con mi mano izquierda mientras sigo sujetando la base de la cámara con la base de la mano, el anillo del zoom o incluso en la última foto muevo toda la cámara de lado a lado. Ya veis que el efecto es sorprendente partiendo de una imagen convencional. Por cierto, para los detallistas, los puntos oscuros de distintos tamaños que salen siempre en el mismo sitio, o bien son píxeles que han muerto (y por lo tanto no funcionan, no captan nada, aunque la mayoría de ellos son manchas de polvo en el ccd, algunas son imposibles de quitar). Es una forma de saber cuanto tiempo tiene una cámara:  simplemente viendo las fotos que hace. La cámara con la que he hecho estas fotos tiene ya unos añitos y muuuchos disparos.
 
 
 
 

miércoles, 18 de diciembre de 2013

KODAK INSTAMATIC 25 MADE IN SPAIN

Esta es la sencilla cámara Kodak Instamatic 25 de cartuchos de película 126film, con apenas un par de resortes por mecánica, pero que resolvía el funcionamiento del obturador central y el arrastre de la película y montado para el siguiente disparo. Se fabricó en España entre 1966 y 1972, con las patentes de Kodak. Se trata de cámaras que están hechas para un público que no tiene nociones de fotografía y por tanto, se limitaban a un disparador y un arrastre.
Aún recuerdo cuando iba con mi madre a revelar. Cogíamos el tranvía que venía de Torrero, nos llevaba por el Paseo de Sagasta y el Paseo Independencia y nos bajábamos en la plaza de España. Y ya nos dirigíamos a una tienda que había en la calle Alfonso de Zaragoza, que se llamaba Chóliz. Le dejaba la cámara, la Captaflex y el fotógrafo le cambiaba el carrete para revelar y hacer copias y le ponía otro en la cámara porque casi nadie sabía ni siquiera cambiar de carrete. Y yo veía asombrado como giraban un pequeñor rodillo lateral y le abrían las tripas a la cámara y salía un carrete de cartón.

martes, 17 de diciembre de 2013

CAPTAFLEX

 
 
       
 
       
Esta es la primera cámara que cayó en mis manos. La compró mi padre en los años cincuenta. Se trata de una de las pocas cámaras fabricadas en la España de la posguerra, concretamente en Valencia, la fabricaba Industrias Matutano. Mas tarde vendrían las Kodak, Capta, Agfa, y Werlisa, entre las más conocidas  Estaba hecha de hierro y baquelita, el primer e histórico de los plásticos que en el mundo han sido; ahora hay tantos y tan distintos...
Utiliza negativo de 6x6 centímetros, no es raro encontrar fotos hechas por contacto, o sea del mismo tamaño. Es una cámara de doble objetivo: el de arriba está colocado para encuadrar la imagen. Se sirve de un ocular con lupa que refleja un espejo insertado en un ángulo de 45 grados con respecto a la lente de fuera, que está encima del verdadero objetivo, un 90 mm de focal, Juviart, con enfoque helicoidal de 1,5 m a infinito, dos tipos de disparo, en pose y normal (1/60) de obturador central, y tres diafragmas f.8,5 - f.9,5 y f.12.
Lo más curioso es la forma de "paralelepípedo piramidal truncado", -si hay algún matemático por ahí que me corrija-, de la cámara oscura, según se ve en la fotografía de arriba. ¡Qué cosas!
 
 

EL SUEÑO DE UN SUEÑO

 
                                  
Voy por la calle, es de noche y todo parece en blanco y negro, debe ser por la niebla, que a lo lejos, desdibuja todos los contrastes. Entro por un callejón que va a dar a una especie de tienda vieja, con una de esas puertas de cristal esmerilado protegidas por una malla de hierro. La puerta de doble hoja está abierta y hay gente esperando pero enseguida entran. Cuando llego yo no hay nadie, sin embargo en cuestión de segundos miro hacia atrás y veo una fila de gente. Es curioso, casi todos son hombres, pero o son muy jóvenes o muy mayores, me miran. Los jóvenes están asustados, como diciendo ¿qué hago yo aquí? Los viejos parecen resignados con cara de decir: ya está, el momento ha llegado, ya no hay camino de vuelta.
Mi mente reflexiona a la velocidad de la luz, sé por qué estoy aquí, quiero decir, soy consciente de ello, pero, a la vez me niego a entrar por esa puerta. Pero es inevitable, una fuerza invisible e inexorable me empuja hacia adentro.
Está todo casi en penumbra, hay un par de mesas con dos mujeres, como con uniformes, que de una forma monótona preguntan a los que están delante de mí.
De pronto, y como un fogonazo, ya está, ahora lo entiendo, acabo de morir, en este momento me doy cuenta de que aunque todavía permanezca físicamente, o a mí me lo parece, he dejado el mundo de los vivos. Todo está turbio y yo estoy entre la vigilia y el sueño, como cuando llevas toda la noche sin dormir y te caes de cansancio.
-Siéntese, -me dice la primera de las mujeres, mientras maneja unos papeles. -Sí, acabas de fallecer. La buena noticia es que vas a volver a nacer en cuanto quieras, eso sí, debes decirme dónde, te quedas en este ambiente, o prefieres otro país, otro continente…
Casi sin tiempo para pensarlo, le contesto que prefiero nacer en la misma ciudad donde he vivido.
-Vale, ya está, eso es todo. Adiós.
Me levanto y voy a la siguiente mesa:
-La pregunta es muy sencilla: ¿Quieres cambiar de sexo o prefieres seguir siendo un hombre?
-No no, soy un hombre.
-Cari, vete olvidando que eres un hombre, ahora eres un alma. Y ahora ves por esa puerta y ya te dirán…
Todo seguía en penumbra, en blanco y negro, turbio, desenfocado, como con niebla y sueño, yo seguía como medio dormido, como cuando soñaba, en esa conciencia medio despierta, ese "despertar" que ocurría casi siempre que quería acabar un sueño porque me agobiaba.
De pronto abrí la puerta y me cegó un cielo azul, el sol en la cara, una mañana aterciopelada de verano en un paisaje idílico, con árboles, fuentes y flores, todo en unos colores brillantes y saturados, que contrastaban con la penumbra anterior, la brisa en la piel, y gente muy agradable y contenta. De pronto me sentí acompañado por toda la humanidad. No podría precisar cuánto tiempo pasé en ese ámbito que me rodeaba, no era sólo la vista, todos mis sentidos lo vivían de una forma tan pronunciada, incluso descubrí "otros sentidos" que se habían sumado, sensaciones, como ese momento que me ocurre todos los años de mi vida cuando llega el otoño, que dura apenas un segundo, pero que es distinto al resto del año, como un escalofrío.
Y así empezaron a pasar los minutos, las horas, los días y los meses y yo cada día iba olvidándome de mí mismo y de mi vida anterior, porque ésta, era otra vida… de otra persona. Yo mismo era consciente de que estaba dejando de ser yo, un hombre que había muerto a los cincuenta y cuatro años, para convertirme en otro ser  mucho más jovencito…, hasta el punto de que mi madre me cogía en brazos y me sentaba en mi cochecito, y yo la miraba agradecido de tener tanta seguridad a su lado sabiendo que me cuidaría pasara lo que pasara.
Así que no sé cómo ocurrió, pero pasó el tiempo y yo estaba en el colegio en mitad de una clase de historia con once años y de pronto, como si me hubieran dado un susto o un golpe, me acordé de mí mismo y de mi mujer y de mis dos hijos,  veintidos años mi hija y dieciseis mi hijo. ¿Cómo era posible? Pero si yo era un crío. ¡Qué pensamiento tan extraño pero tan familiar!
Y quedó en mí una reminiscencia de ese recuerdo de mi vida anterior, una extraña y sinérgica sensación, que no se puede explicar, como por qué el lunes es gris y el viernes azul, o por qué la nota musical "re" es amarilla, que siguió retroalimentándose más del recuerdo de los once años que del recuerdo mismo, como cuando creamos inconscientes un recuerdo que obviamente no existe de una fotografía antigua, y con el tiempo, ya no es solo una imagen sino un recuerdo completo.
Pasó el tiempo y un día con treinta años, volví a recordar de golpe mi vida pasada al ver a una mujer por la calle que me resultó tan definitivamente conocida, a pesar de que no la había visto en mi vida, que decidí que debíamos de ser familia.
Fue tal la impresión que me dio ver a esta mujer que me desperté del sueño de golpe.

lunes, 16 de diciembre de 2013

THE FOG IN THE LIGHTS

 
 
 
 
 
 
 
 
 
O sea, luces en la niebla, que continúa persistente en Zaragoza humedeciendo todo cuanto toca, empapando el ambiente y el alma.
 
 
 
 
 
 
 

jueves, 12 de diciembre de 2013

LONDON 1946 KODAK SIX-20 BROWNIE C

 
 


Esta es la cámara Kodak Six-20 Brownie C, fabricada en Inglaterra, en London, eso pone en el asa, entre 1946 y 1953.
Utiliza film con formato 620. El negativo es grande, de 6x9 cm. Cada carrete hace ocho fotogramas. Tiene dos visores ópticos, para hacer fotos verticales y horizontales, obturador central con dos posiciones en pose (bulb) y normal. El objetivo es una única lente llamada "menisco" por su forma, el diafragma fijo y único es un f.11 y la longitud focal del objetivo son 100mm. Debido al tamaño del negativo, 6 x 9 cm las copias en papel eran normalmente "contactos", o sea del mismo tamaño que el negativo (seguro que tenéis por ahí fotografías de ese formato de vuestros abuelos o incluso de vuestros padres, si ya sois mayorcitos como yo). Es obvio que es toda mecánica, muelles y resortes, a pesar de que algunas cámaras réflex y más sofisticadas en aquellos tiempos, años cincuenta, ya empleaban baterías eléctricas para alimentar el fotómetro. Una maravilla que es un placer tener entre las manos. En condiciones normales de luz hace unas fotos perfectas, ya que a pesar de tener una longitud focal larga, ya que es la única manera de abarcar semejante negativo, el diafragma fijo f.11 le da la suficiente profundidad de campo como para sacar nítido todo de dos metros a infinito. Obviamente al ser de foco fijo, no nos permite hacer primeros planos, pero por lo demás es un juguete precioso. Además le pasa como a los coches antiguos, que no se estropean nunca, porque tienen una mecánica sencillísima.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

NIEBLA A POZALES

 
 
 
 
Un año más, la gélida niebla aparece en Zaragoza congelando calles, casas y gentes, allí donde hay humedad y aquí tenemos tres ríos y un canal que atraviesan la ciudad.
 
 

martes, 10 de diciembre de 2013

HIERRO, CRISTAL E IMAGINACION



Hierro, cristal, imaginación y la decisión de disparar ese encuadre, exactamente desde donde estás y en ese momento, ni un segundo después. Eso es lo que hace una fotografía irrepetible, buena o mala.

jueves, 5 de diciembre de 2013

LOS CUATRO ELEMENTOS... EN BLANCO Y NEGRO

Esta fotografía contiene los cuatro elementos clásicos de los griegos: tierra, agua, fuego y aire... y otro elemento más, el ser humano, sin el que esta imagen no habría podido producirse, y este blog no habría podido publicarse nunca.
Tomé esta foto en la Noche de San Juan en Hospitalet de l´Infant, Vandellós, Tarragona, hace algunos veranos, todavía disparaba con película negativa 35 mm de paso universal Kodak Tri-X de 400 ASA, ahora ISO.
Una película en blanco y negro deliciosa de revelar por su margen de error, o sea latitud de revelado, de ahí que fuera ideal para forzarla dos puntos de exposición, hasta 1.600 ASA*, por ejemplo, con Rodinal, un revelador de "alta acutancia" que perfilaba los bordes de la imagen, exagerando la diferencia entre los blancos y los negros de los bordes, como el perfil de una cara, o la silueta a contraluz de un árbol con muchas ramas, dando la impresión de que la imagen estaba todavía más nítida, vamos, lo que desde hace algunos años arregla el Photoshop con "Filtro > enfocar > máscara de enfoque" y que se fijaba en segundos, prácticamente abríamos la cuba de revelado a la luz diurna y no solo no se velaba si no que ibas viendo como desaparecía el velo de la imagen (una especie de cosa lechosa y viscosa* con un grano superdefinido que le daba una textura que ninguna otra película superó jamás. 
Pero... volviendo al tema que nos ocupaba: ¿Qué tendrá el fuego que nos produce esa hipnótica fascinación?
 
*En fotografía de prensa diaria, y estoy hablando de hace algunos años... había que ir a toda velocidad porque muchas veces toda la tirada del periódico dependía de las fotos que llevaras a última hora (normalmente algún suceso) de manera que revelábamos en blanco y negro el negativo y luego hacíamos copias en papel Ilford RC de 18 x 24 centímetros, las subíamos a la redacción, se decidía qué fotos iban y hala, a la rotativa a poner en marcha ese monstruo de metal, de tres o cuatro pisos de altura y no sé cuantas toneladas que se alimentaba de rollos enormes de papel que, milagrosamente y en cuestión de minutos, se transfromaban en flamantes periódicos perfectamente doblados con las últimas noticias... listos para ser distribuidos en todos los kioscos y tiendas del país.
 
*Disparar película en blanco y negro de 400 ASA forzada, 2 puntos de subexposición, a 1.600 ASA en prensa diaria suponía nada menos que tener la posibilidad de disparar de noche o con lugares con poca luz sin necesidad del oneroso flash que sí, iluminaba, por no decir alumbraba, ya sabéis una cosa es alumbrar, o sea echar pozales de luz a lo bestia en cantidades industriales a una "puesta en escena", y otra cosa es iluminar, o sea alumbrar con sentido común y artísticamente, intentando emular una situación natural) pero era un fogonazo frontal de luz, que rompía el ambiente y que nada tenía que ver con la iluminación ambiental, que era lo más importante de la fotografía, (salvo que quisieras dramatizar la imagen o darle un aspecto de película de gansters, y os recuerdo que entonces el flash debía estar al lado de la cámara porque se necesitaba un cable que sincronizara el disparo del flash, muy potente en el destello, gracias a la acumulación de energía en el condensador, pero extraordinariamente corto en tiempo: entre 1/200 y 1/50.000 avo de segundo que coincidiera dentro del 1/60 avo de segundo que era la sincronización de las cámaras réflex de aquellos años con las cortinillas del obturador de la cámara.
Desde que las cámaras empezaron a ser electrónicas-digitales, hace tiempo, los automatismos inundaron el mercado, los TTL, los flashes inalámbricos, esclavos, bluetooths, que te permiten colocar uno a varios flashes  de forma lateral, cenital o donde quieras, la sincronización a la segunda cortinilla, verdadera panacea universal del disparo con flash, ya que permite registrar en la imagen distintos tipos de movimiento, lo que le da mucha vida a las fotografías).
De manera que con diafragmas abiertos, desde f.1.4 que ofrecían muchos objetivos de 50mm de longitud focal, o angulares, yo estuve usando mucho tiempo un espléndido objetivo de Canon, bayoneta FD, de las antiguas 24 mm angular y diafragma f.1.4, que hacía fotos casi en la oscuridad. Pero con un f.2.8, te permitían a 1.600 ASA de sensibilidad, disparar a velocidades de obturación bastante rápidas para ser de noche, un 1/125, 1/250 ó 1/500, lo cual, a su vez y como un efecto dominó, te permitía utilizar teleobjetivos de longitud focal más larga que te obligaban a usar velocidades rápidas, (ya sabéis que para evitar la trepidación de la imagen, o sea que salga movida, y para eso está esa "norma" que dice que si usas un teleobjetivo de 200 mm de focal, tienes que utilizar una velocidad de obturación igual o parecida, (o sea 1/250 por ejemplo) por que de lo contrario la fotografía sale movida) para hacer deporte, fútbol, baloncesto o conciertos de música, obras de teatro, etc., que en prensa diaria era lo más normal en el día a día y en donde no interesaba o incluso estaba prohibido el uso del flash. También inventaron los estabilizadores de imagen, que a mí personalmente me marean. Por el contrario con un angular de 20 o 24 mm, puedes disparar fotos a un segundo de exposición totalmente estáticas, eso sí, tras mucha práctica y usando un truco: disparando cinco o seis fotos seguidas con el motor conectado claro. Siempre hay una imagen que no sale movida. Doy fe de ello tras disparar cada 2 por 3 durante muuchos años.
 
Como curiosidad, he llegado a disparar fotografías con la Kodak Tri-X forzada a 50.000 ASA, o sea, subexponiendo ¡7 puntos de exposición!, a saber:
                                 400 - 800 - 1.600 - 3.200 - 6.400 - 12.800 - 25.000 - 50.000 ASA.
Naturalmente, el tiempo de revelado, la temperatura, incluso la agitación del revelador había que aumentarlo, y sí, el nivel de velo (opacidad o falta de transparencia) de la película aumentaba sospechosamente, pero aun así, la película se podía colocar en el portanegativos de la ampliadora y hacer una copia aceptable para publicar (teniendo en cuenta que con tanta subexposición y sobrerrevelado los granos de plata se juntan como para dar una fiesta formando "grumos" perdiendo un poco la gracia de la textura habitual que es mucho más bonita y gráfica), usando papel multispeed de contraste variable con su filtro respectivo, o papel normal pasando del 0 -suave, o el 1 -normal, a un 2 o 3 para aumentar el contraste de la copia, y que quedara con una exposición-contraste correcta, a pesar de la opacidad del nivel de velo del negativo.
 
P.D. Espero no haber sido excesivamente denso en esta entrada con semejante ensalada de números, pero, es que la fotografía se basa en números, como casi todo en la vida. Si ha sido así, por favor, hacédmelo saber.