En esta fotografía que tomé hace unos años en El Run (Valle de Benasque) el cura párroco llamaba a los feligreses por la celebración de una misa por las bodas de plata de mis cuñados, en una deliciosa y diminuta ermita poco más grande que el salón de casa.
Tal y como está el patio, uno ya no sabe por quién doblan las campanas. A ver si "esto"* se va arreglando un poco que ya toca.
* Iba a escribir una postdata, pero la he borrado porque es demasiado subversiva y como nos espían en todas partes, pues eso.
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