Comienzo esta serie de retratos de mis antepasados, así como empieza el mes de Septiembre, con el padre de mi madre, Domingo. Este buen señor, bien parecido y de afilado bigote, regentó durante algunos años una sombrerería. En la guía del viajero de Zaragoza del año 1916, nada, anteayer, anunciaba su negocio situado en el Coso, en frente de la Audiencia de esta manera:
"Gran sombrerería. Sombreros de todas clases para caballero y niño. Reforma de los mismos. Especialidad en sombreros para sacerdote".
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