¿FOTOGRAFIA O DIBUJO?
En los años cuarenta del siglo pasado, o sea 1940 (¡Uff, qué mayores nos hacemos algunos!) a muchos fotógrafos profesionales, que eran unos pillines, les daba por retocar los negativos, que en aquellos tiempos eran bastante grandes, placas de 9x12, 13x18 o incluso mayores si trabajaban con cámaras de placas, aunque no es el caso, retocaban decía, con pinceles finísimos, o con plumillas con tinta negra diluída (lo que se hace ahora con el tampón de clonar de Photoshop) para quitar y sobre todo retocar las arruguillas de los ojos, realzar labios o incluso pintar fondos enteros de fotografías. Después hacían la correspondiente copia en papel y por arte de magia, desaparecían arrugas, sombras, imperfecciones... El problema es que, como en la imagen de arriba, a veces retocaban tanto, que la fotografía acababa por convertirse casi en un dibujo. Y el efecto era un poco extraño, sobre todo para nosotros, que ahora con lo digital estamos ya acostumbrados a una nitidez impresionante.
P.D. Para los más jovencitos comentar que antes de que existieran los negativos flexibles y en rrollables en carretes de acetato de celulosa, la emulsión fotográfica se depositaba directamente en una placa de cristal que se exponía dentro de la cámara.
No hay comentarios:
Publicar un comentario