EDUARDO BAYONA ESTRADERA

En portada, algunas de las cámaras y objetivos que empleo. Todas las fotografías, imágenes y textos publicados en este blog han sido disparadas, diseñadas y escritos por Eduardo Bayona Estradera.






jueves, 5 de diciembre de 2013

LOS CUATRO ELEMENTOS... EN BLANCO Y NEGRO

Esta fotografía contiene los cuatro elementos clásicos de los griegos: tierra, agua, fuego y aire... y otro elemento más, el ser humano, sin el que esta imagen no habría podido producirse, y este blog no habría podido publicarse nunca.
Tomé esta foto en la Noche de San Juan en Hospitalet de l´Infant, Vandellós, Tarragona, hace algunos veranos, todavía disparaba con película negativa 35 mm de paso universal Kodak Tri-X de 400 ASA, ahora ISO.
Una película en blanco y negro deliciosa de revelar por su margen de error, o sea latitud de revelado, de ahí que fuera ideal para forzarla dos puntos de exposición, hasta 1.600 ASA*, por ejemplo, con Rodinal, un revelador de "alta acutancia" que perfilaba los bordes de la imagen, exagerando la diferencia entre los blancos y los negros de los bordes, como el perfil de una cara, o la silueta a contraluz de un árbol con muchas ramas, dando la impresión de que la imagen estaba todavía más nítida, vamos, lo que desde hace algunos años arregla el Photoshop con "Filtro > enfocar > máscara de enfoque" y que se fijaba en segundos, prácticamente abríamos la cuba de revelado a la luz diurna y no solo no se velaba si no que ibas viendo como desaparecía el velo de la imagen (una especie de cosa lechosa y viscosa* con un grano superdefinido que le daba una textura que ninguna otra película superó jamás. 
Pero... volviendo al tema que nos ocupaba: ¿Qué tendrá el fuego que nos produce esa hipnótica fascinación?
 
*En fotografía de prensa diaria, y estoy hablando de hace algunos años... había que ir a toda velocidad porque muchas veces toda la tirada del periódico dependía de las fotos que llevaras a última hora (normalmente algún suceso) de manera que revelábamos en blanco y negro el negativo y luego hacíamos copias en papel Ilford RC de 18 x 24 centímetros, las subíamos a la redacción, se decidía qué fotos iban y hala, a la rotativa a poner en marcha ese monstruo de metal, de tres o cuatro pisos de altura y no sé cuantas toneladas que se alimentaba de rollos enormes de papel que, milagrosamente y en cuestión de minutos, se transfromaban en flamantes periódicos perfectamente doblados con las últimas noticias... listos para ser distribuidos en todos los kioscos y tiendas del país.
 
*Disparar película en blanco y negro de 400 ASA forzada, 2 puntos de subexposición, a 1.600 ASA en prensa diaria suponía nada menos que tener la posibilidad de disparar de noche o con lugares con poca luz sin necesidad del oneroso flash que sí, iluminaba, por no decir alumbraba, ya sabéis una cosa es alumbrar, o sea echar pozales de luz a lo bestia en cantidades industriales a una "puesta en escena", y otra cosa es iluminar, o sea alumbrar con sentido común y artísticamente, intentando emular una situación natural) pero era un fogonazo frontal de luz, que rompía el ambiente y que nada tenía que ver con la iluminación ambiental, que era lo más importante de la fotografía, (salvo que quisieras dramatizar la imagen o darle un aspecto de película de gansters, y os recuerdo que entonces el flash debía estar al lado de la cámara porque se necesitaba un cable que sincronizara el disparo del flash, muy potente en el destello, gracias a la acumulación de energía en el condensador, pero extraordinariamente corto en tiempo: entre 1/200 y 1/50.000 avo de segundo que coincidiera dentro del 1/60 avo de segundo que era la sincronización de las cámaras réflex de aquellos años con las cortinillas del obturador de la cámara.
Desde que las cámaras empezaron a ser electrónicas-digitales, hace tiempo, los automatismos inundaron el mercado, los TTL, los flashes inalámbricos, esclavos, bluetooths, que te permiten colocar uno a varios flashes  de forma lateral, cenital o donde quieras, la sincronización a la segunda cortinilla, verdadera panacea universal del disparo con flash, ya que permite registrar en la imagen distintos tipos de movimiento, lo que le da mucha vida a las fotografías).
De manera que con diafragmas abiertos, desde f.1.4 que ofrecían muchos objetivos de 50mm de longitud focal, o angulares, yo estuve usando mucho tiempo un espléndido objetivo de Canon, bayoneta FD, de las antiguas 24 mm angular y diafragma f.1.4, que hacía fotos casi en la oscuridad. Pero con un f.2.8, te permitían a 1.600 ASA de sensibilidad, disparar a velocidades de obturación bastante rápidas para ser de noche, un 1/125, 1/250 ó 1/500, lo cual, a su vez y como un efecto dominó, te permitía utilizar teleobjetivos de longitud focal más larga que te obligaban a usar velocidades rápidas, (ya sabéis que para evitar la trepidación de la imagen, o sea que salga movida, y para eso está esa "norma" que dice que si usas un teleobjetivo de 200 mm de focal, tienes que utilizar una velocidad de obturación igual o parecida, (o sea 1/250 por ejemplo) por que de lo contrario la fotografía sale movida) para hacer deporte, fútbol, baloncesto o conciertos de música, obras de teatro, etc., que en prensa diaria era lo más normal en el día a día y en donde no interesaba o incluso estaba prohibido el uso del flash. También inventaron los estabilizadores de imagen, que a mí personalmente me marean. Por el contrario con un angular de 20 o 24 mm, puedes disparar fotos a un segundo de exposición totalmente estáticas, eso sí, tras mucha práctica y usando un truco: disparando cinco o seis fotos seguidas con el motor conectado claro. Siempre hay una imagen que no sale movida. Doy fe de ello tras disparar cada 2 por 3 durante muuchos años.
 
Como curiosidad, he llegado a disparar fotografías con la Kodak Tri-X forzada a 50.000 ASA, o sea, subexponiendo ¡7 puntos de exposición!, a saber:
                                 400 - 800 - 1.600 - 3.200 - 6.400 - 12.800 - 25.000 - 50.000 ASA.
Naturalmente, el tiempo de revelado, la temperatura, incluso la agitación del revelador había que aumentarlo, y sí, el nivel de velo (opacidad o falta de transparencia) de la película aumentaba sospechosamente, pero aun así, la película se podía colocar en el portanegativos de la ampliadora y hacer una copia aceptable para publicar (teniendo en cuenta que con tanta subexposición y sobrerrevelado los granos de plata se juntan como para dar una fiesta formando "grumos" perdiendo un poco la gracia de la textura habitual que es mucho más bonita y gráfica), usando papel multispeed de contraste variable con su filtro respectivo, o papel normal pasando del 0 -suave, o el 1 -normal, a un 2 o 3 para aumentar el contraste de la copia, y que quedara con una exposición-contraste correcta, a pesar de la opacidad del nivel de velo del negativo.
 
P.D. Espero no haber sido excesivamente denso en esta entrada con semejante ensalada de números, pero, es que la fotografía se basa en números, como casi todo en la vida. Si ha sido así, por favor, hacédmelo saber.

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